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Foto del escritorHortensia Cabrera

LAS ARTES MARCIALES Y LA DEFENSA PERSONAL COMO AGENTE MOVILIZADOR CONTRA LA VIOLENCIA DE GENERO

QUE ENTENDEMOS POR DEFENSA PERSONAL


Este concepto nace desde la práctica y aplicación de las artes marciales, como método para impedir o repeler un ataque directo hacia nuestra persona o terceros, hay distintos métodos de defensa personal y están enfocados mayoritariamente a salir de ataques de una o varias personas con y sin armas.


Existen muchos estilos y sistemas de defensa personal, tan variados como las artes marciales, no se puede decir exactamente que exista un método mejor que otro, para mí la práctica y la constancia es lo único que te prepara para tener una mejor y adecuada reacción, pero nunca debemos olvidar que nada es infalible.


Es importante entender que la defensa personal además es una excelente herramienta preventiva, y si llegamos a usar alguna técnica debe ser solo cuando estamos en peligro es el último recurso, por supuesto, el mejor recurso siempre es evitar el conflicto, sin embargo, debemos hacer válido nuestro derecho a defendernos.


Del mismo modo debemos tener en cuenta que al ejecutar nuestra acción de autodefensa, también deberemos ser conscientes de las consecuencias que se pueden generar al defendernos. Entendiendo que, en la mayoría de las ocasiones, no es algo que podamos escoger, porque al ser actos sorpresivos, de mucho estrés, y en donde nuestras vidas están en peligro, la verdad no estamos en condiciones óptimas para tomar decisiones, nuestros instintos de supervivencia se ponen en marcha.


Cuando ya no pudimos prevenir solo queda enfrentar la situación.


POR QUÉ Y PARA QUÉ APRENDER A DEFENDERNOS?


Se nos enseña que pelear es malo que debemos evitar el conflicto no se nos enseña a cómo prevenirlos ni qué medidas podemos tomar para salir de ellos, sin duda no estar preparados es el mayor error.

No deberíamos aprender a defendernos, sin embargo, cuando es necesario, es legítimo tener esos conocimientos.

Cuando he enseñado algunas alumnas y ellas me cuentan qué es lo que se les ha enseñado les ha servido y que gracias a estos conocimientos ellas han podido salvar sus vidas realmente es algo que una siente importante.

Pero el problema mayor incluso, no es solo enfrentar y salir con vida airosa de esa situación, si no que, es enfrentar posteriormente el sistema legislativo, que aun, así como en chile, en muchos otros países tiene mucho por hacer y falta implementar o mejorar las leyes de legítima defensa. No puede ser que un delincuente tenga más derechos que las personas que contribuyen a la sociedad de forma constructiva y positiva.

Es muy importante comprender lo relevante que es aprender a defenderse, las clases de artes marciales y defensa personal permiten que mujeres y niñas, tengan una herramienta contra la violencia, te hacen sentir más seguridad, fuerza, carácter y una instrucción adecuada para saber controlar ciertas situaciones.

De una u otra forma, la violencia nos ha tocado a todas, todos, incluso hay mujeres dentro del ambiente de las artes marciales que han sufrido violencia en alguna de sus formas, ha muchas, muchos nos dan vergüenza comentar siquiera que se ha vivido situaciones de violencia.

Por esto a todos y todas mis estudiantes siempre les señalo la importancia de defenderse, de aprender cómo deben ser las artes marciales, claramente no es simplemente golpear, dar patadas en los genitales, aprender a luchar en el suelo, etcétera, es mucho más que eso implica que puedas identificar qué es una agresión, que puedas identificar la violencia en tu vida y que sepas en qué momento salir de allí, es saber cómo actuar y por qué. Por esto entregar las mejores herramientas posibles para que estén seguras – seguros y puedan salvar sus vidas.

“Somos capaces, queremos, podemos”.

Cuando ya no hay salida, y nos encontramos en la situación, debemos confiar en todo lo que hemos practicado y después solo nos toca saber qué pasos siguen en relación con la ley de legitima defensa. En muchos países es peor incluso que en chile, defenderse es tan castigado como cometer un delito óseo nos toca enfrentar a la violencia institucional.

Hay que fomentar la defensa, porque es lo que debemos equilibrar las cosas, pero claramente no fomento la violencia. Pero si debemos en una medida de desesperación no intencionada, tenemos que defender nuestras vidas, claramente “deberemos usar la violencia contra la persona que en un principio nos agredió, eso es legítima defensa” hay que tener claro que es válido y muchas veces tenemos que saber que nuestra vida no vale menos que la de otras personas, con mayor razón si ese otro es quien me está golpeando.


COMO SORTEAR LA SENSACIÓN DE VULNERABILIDAD


No podemos evitar estar expuestos y sentirnos vulnerables y es una realidad que muchos, muchas afrontan día a día, porque nosotros no estamos preparados psicológica o emocionalmente para enfrentar una agresión, nos vemos enfrentados no solo a la inseguridad de ser víctimas de un delincuente sino también a situaciones que son provocadas por un fallido sistema de Justicia y la sensación de impunidad después del asalto u otro tipo de ataque.

La legítima defensa no es una novedad en temas de legislación penal en muchos países del mundo, lo increíble es que se logre aplicar con éxito la justicia cuando se trata de dar prioridad a las víctimas por sobre los victimarios, además de lo engorroso y complejo de los procesos lo que termina muchas veces en que las víctimas terminen desanimándose, por lo que ha llevado a que muchos de estos actos ya sean de violencia callejera o intrafamiliar no sean denunciados.

De algún modo consciente o inconscientemente si sentimos que el estado no garantiza nuestra seguridad y no castiga adecuadamente a los abusadores y delincuentes, por lo que no nos queda más que aprender a defendernos frente a esta situación en donde todas y todos compartimos esta vulnerabilidad que nos deja solo aprender a vivir en una realidad más violenta.

Si bien todos y todas de forma igualitaria compartimos en estas condiciones de inseguridad, además para ser justos hay que agregar a lo anterior lo complejo de enfrentar este sistema en temas relacionados con la violencia a la mujer o género, en muchas ocasiones tenemos que observar la “sororidad”, muchas veces somos nosotras mismas quienes nos damos la espalda, esto y el sistema fue normalizando que se sufrieran ataques tan graves, como; el acoso, el hostigamiento, la discriminación, el maltrato físico, el abuso, hasta las violaciones, incluso muchas veces hasta los femicidios, sin lugar a duda es un tema donde debemos en conjunto tomar parte.

Entonces qué es lo que nos está diciendo todo esto, que nos expresa estos distintos fenómenos sociales.

¿Qué, El agresor sabe que puede hacer uso de su poder porque no va a tener consecuencias?


Entonces ¿Qué podemos hacer? ¿cuáles son nuestras opciones?

Puedes aprender artes marciales y defensa personal, algún método de boxeo o combate, no solo es positivo porque nos da esa oportunidad de sobrevivir, de salir lo menos dañadas, dañados, sino que cuando cualquier persona se ve vulnerada, se ve bajo cierto ataque o violencia física psicológica, podamos tener los recursos necesarios para repeler de alguna manera un ataque.

Con lo que no contamos muchas veces, es que nuestras reacciones, de nuestro cuerpo, son más bien inconscientes, involuntarias, por lo que la reacción más común es quedarnos paralizados, paralizadas, generalmente no se sabe qué hacer muchas veces ni siquiera se es capaz de pedir ayuda ni siquiera, durante y después podemos hablar, solo balbuceamos, y todo esto porque nuestro cuerpo, nuestro cerebro reacciona de forma química ante el miedo, incluso después de que nos han atacado, nos viene la auto victimización, la culpabilidad, nos flagelamos, porque al recordar nos cuestionamos lo que no hicimos, por qué no le pegamos porque no lo mordimos porque no lo golpeamos de “X” manera, que pude haber pedido ayuda, etcétera… “Pero no hice nada”.

Entonces primero está esa culpa interna; de lo que no hice, de lo que pude hacer, después me culpo; del porqué me agredieron, que fui descuidada, pero lo más mortificador es que también viene la crítica de esas personas significativas para nosotros- nosotras, que incluso pueden ser un escarmiento, que no impide poder recuperarnos más rápido sea psicológica y emocionalmente de este tipo de traumas.

Es claro que todos; hombres y mujeres, les afecta este tipo de situaciones, que no dependen de nosotros, nosotras muchas veces, sin embargo debemos considerar que como mujeres no solo tenemos que lidiar con todo lo anterior, sino con que nosotras mismas nos sentimos vulnerables y tenemos interiorizado la creencia que somos más frágiles, menos fuertes y que necesitamos de un alguien que nos proteja, simplemente porque al ser mujer no podremos, entonces esta creencia lo que hace es alimentar aún más este sentimiento de vulnerabilidad, es por esto que no nos damos cuenta de que también al aprender a actividades como el boxeo, las artes marciales en general, y por sobre todo aprender a defendernos adecuadamente, nos permite mejorar nuestra autoestima, la visión que tenemos de nosotras mismas, pero por sobre todo nos permite estar preparadas y depender lo menos posible de terceros, de esta manera también hacer sentir seguros a quienes nos rodean, y que nos aman.

Debemos tener la oportunidad de sobrevivir, de salir lo menos dañadas, dañados, debemos tener los recursos necesarios para repeler de alguna manera un ataque.


RESIGNIFICAR


Sin lugar a duda he podido comprobar en mi trayectoria, en mi proceso de enseñanza, al compartir con mis estudiantes mujeres y hombres de todas las edades, las distintas experiencias relacionadas con nuestra seguridad personal, aspectos que trascienden desde lo privado, lo íntimo, hacia lo que los y las rodea, de su entorno, cuando se va a tomar la locomoción, cuando se está abriendo la puerta de la casa, cuando se va o vuelve del trabajo o de estudiar, cuando salimos con nuestra pareja, con nuestros hijos e hijas, cuando vamos de compras o estamos en casa y todo lo que antes era una rutina de repente se rompe y se transforma en un infierno.

Sin lugar a duda aprender de esas situaciones por muy complejas que estas sean, claramente no es fácil, sobre todo en un principio y para quien las está viviendo es muy complejo. Nos retraemos, y es difícil exteriorizar, y a los que se tiene más cerca, es la familia o las amistades, las personas de tu colegio o la escuela de artes marciales, según sea el caso.

Pero aun que pensemos que no, Sí, existe esas personas que te pueden dar una mano, como pasa en mi escuela y en los talleres que yo misma realizo, se produce ese espacio significativo donde podemos exteriorizar nuestros sentimientos, nuestras penas, nuestras frustraciones y podemos dar sentido a lo que aún no entendemos, y con todo el tiempo que puede haber pasado de una agresión o que esté sucediendo, donde no encontramos respuestas, se produce ese instante “donde nuestra respiración retorna a nuestro “pecho”, y volemos a nosotras , notros mismos, si perdimos nuestro centro, nos sacaron del camino, pero es posible seguir adelante.

Por esto para mí la defensa personal, las artes marciales son una gran herramienta de apoyo, porque es así como se genera la resignificación, se produce al entregarnos voluntariamente, no solo como la profe o instructores un conocimiento técnico o experiencias de vida o simplemente la atención a escuchar proactivamente empáticamente a esa otra persona, sino que también, hay una entrega voluntaria de quién decide ponerse a disposición a recuperarse y a salir adelante de sus situaciones, tan terribles que la acongojan, todo esto nos pone confiadamente en manos y la voluntad de otras personas.

Entonces la defensa personal como el arte marcial brinda no solo el desarrollo de movimientos técnicos, coordinación, no es solo repetir y repetir movimientos específicos, comprender que toda esta repetición es para que tu cuerpo reaccione del modo más adecuado, y que de alguna manera cuando estés en modo automático, esas reacciones sean precisas, y puedas confiar plenamente en tus capacidades.

Que lo que resulte es y será lo más adecuado, el saber que hacer en caso de que estemos siendo atacados, atacadas, es sin duda elemental, tan importante como cuidar nuestra dieta, salir a caminar, etc. Es entender que debemos tener herramientas de sobrevivencia, porque es parte de la vida.

Siempre se nos dice que debemos evitar el conflicto, que no debemos estar peleando con nadie, pero nadie nos dice que defenderse es bueno, que no estar preparado para defenderse es un error que cobra vidas, tengo que saber qué voy a hacer, si me veo en una situación de peligro, si estoy en una situación en la que me estoy siendo vulnerada o vulnerado. Tenemos una responsabilidad como madres, padres, familia, con nuestros estudiantes, claro pelear es malo, “pero por favor” ¡defenderse! es lo que debemos aprender, también es importante no solo estar preparados para enfrentar un ataque físico, sino que también, que herramientas tenemos, cuando estemos expuestos ante otro tipo de ataques, como pueden ser los psicológicos o los emocionales.

Por eso es que hablamos de resignificar, porque aprender otras disciplinas como la defensa personal y las artes marciales nos permite no solo trabajar con aspectos externos, sino que internos, nos permite aceptarnos, a confiar en nosotros mismos, sin lugar a dudas este tipo de acciones lo que logran es una conexión diferente en relación no solo con mi cuerpo, sino con mi forma de ver la vida, de apreciar las distintas situaciones, me permite estar preparada, emocional, psicológica y físicamente, para enfrentar de la mejor manera lo cotidiano.

De algún modo nos lleva a entender que las artes marciales y la defensa personal, que no solo debemos estar preparados para sobrevivir de un ataque , es saber qué hacer en el caso de sufrirlo, nos lleva a relacionarnos de una forma diferente, saber qué hacer con nuestro cuerpo y cuáles son los alcances, y que no constantemente nos estén definiendo, mejorar la relación con mi entorno, como mujer entiendo que no por tener una mala experiencia con una persona X, por ejemplo con un hombre, todos los hombres son malos, o van a ser agresores, ni yo como mujer soy absolutamente buena y soy esencialmente víctima. Creo que es importante cambiar estos prejuicios, Somos todos importantes, y todos debemos tener acceso a estos recursos.


LA MEJOR DEFENSA ES LA PREVENCIÓN TIPS

 

Como tips preventivos siempre sugiero que sin caer en la paranoia podamos tomar medidas que nos permitan prevenir o anteponernos algunas situaciones, no podemos eludir nuestras responsabilidades debemos ser capaces y hacer una pausa y observar el panorama completo.

Dentro de los tips más comunes están: ver las noticias mantenerse informado escuchar la radio, planificar nuestro viaje, revisar las redes en internet, ocupar la tecnología para saber del recorrido, a qué hora llegaremos, organizar nuestro día y de esta manera evaluar las distintas opciones que tenemos en el caso que tuviéramos que variar nuestro recorrido, o siempre decir a nuestros seres más cercanos qué medidas tomaremos frente a alguna situación específica como; puede ser un temblor un incendio un asalto. Cuando estamos en casa pensamos que aquí no va a pasar nada, pero a veces sí pueden suceder tanto como accidentes, como otras situaciones de violencia entre ellos los asaltos, saber qué hacer frente a estas distintas situaciones es parte de las medidas preventivas.


REDES DE APOYO


Cada una de nosotras, vivimos dentro de distintos grupos familiares o tenemos amigos y amigas que nos aprecian, podemos incluir algún vecino o vecina que siempre nos saluda y nos pregunta cómo estamos, nosotros también nos damos cuenta de cómo funciona de alguna manera las idas y venidas de quienes nos rodean. Nuestras redes apoyo consiste en básicamente en saber dentro de todo este círculo de personas a quienes tengo más cerca a quienes tengo más distantes y qué tipo de instituciones están cerca de mí, persona, y del núcleo familiar.

Junto a esto se van agregando a esta red de apoyo otras personas y otras actividades que va generando según las distintas actividades que se van presentando, es así que esta red comienza a crecer como una telaraña lo importante de esto es que cuando estamos enfrentados a situaciones de riesgos, enfermedades, o situaciones de falta de trabajo problemas económicos, o sí sufrimos algún riesgo ya sea un asalto o un desastre natural, esta red de apoyo automáticamente queramos o no empieza a echarse a andar.

Entendemos que en lo más externo que son las instituciones, es complicado encontrar apoyo jurídico y de instituciones, y si bien en casos de violencia a la mujer al menos en chile es posible encontrar instituciones “pocas” pero hay, pero para los hombres que sufren violencia, no existe ninguno, hasta hoy, y esto es algo que también debemos trabajar.

Es así como las escuelas de artes marciales, los talleres, clases y seminarios de distintas actividades, como los de defensa personal, van fortaleciendo estas redes de apoyo. Nos acercan también a otras realidades y nos permiten hacer esas comparaciones y poder visibilizar nuestra realidad en comparación a otras, y de esta manera en conversaciones podemos ir dándonos cuenta si somos o estamos siendo víctimas de violencia psicológica o emocional y qué herramientas tenemos o qué podemos hacer para sobreponernos a esto antes de que pasemos quizás a otro tipo de violencias como las físicas donde ya el círculo de la violencia se hace más profundo a medida pasa el tiempo.

Nosotros como escuela estamos en contra de la violencia contra la mujer y de género, y velamos por la seguridad de nuestros y nuestras estudiantes. Queremos un entorno de respeto y comprensión, para lo cual hay que seguir aprendiendo, estudiando y capacitándose.


Hortensia Cabrera Maldonado





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